El Barcelona consigue la victoria en el WizinkCenter por 75-85. Tras un partido que fue aplazado por el coronavirus, el encuentro ha sido polémico, pero el Barça ha salido victorioso ante un Real Madrid indignado con el arbitraje.
Esta victoria es un respiro para los blaugranas, ya que venían de una mala racha con cuatro partidos perdidos. El Barcelona ha sabido resolver el partido y consigue acercarse un poco ante el líder en solitario, el Real Madrid, aunque todavía les separan 8 puntos.
El Barcelona pelea el partido con una brillante exhibición
Los de Jasickevicius han dominado durante todo el partido ante un Real Madrid que no ha sabido aprovechar las oportunidades, ya que durante ningún cuarto han superado al conjunto catalán y tan solo ha tenido 4 minutos buenos en los que ha conseguido recortar distancia.
Los exteriores del Barcelona han sido claves para desestructurar la defensa del Madrid, destacando Laprovittola, Higgins y Kuric. El jugador destacado del partido ha sido Sanli, cuyo papel ha sido determinante, con 17 puntos y 5 rebotes, seguido de Kuric y Mirotic.
El partido se paraba en el minuto 9 para homenajear al exjugador Felipe Reyes, cosa que le ha venido bien al equipo blanco para tomar aire. Tras este, el Real Madrid reaccionaba y Llull encabezaba el ataque en una acción individual, pero el equipo no estaba dando su mejor versión.
Laso veía que el partido se le escapaba y decidió aportar por William- Goss, Abalde y Rudy y sentó en el banquillo a Heurtel y Yabusele. El partido ha tenido un punto clave, tras una falta no pitada a Hanga en carrera de Laprovittola, que levantó al banquillo blanco por las quejas.
Rajada de Pablo Laso tras acabar el encuentro
El entrenado blanco no ha acabado satisfecho con el partido y en la rueda de prensa se ha mostrado tajante sobre su opinión. «Yo tengo mi opinión y es bastante clara, pero tendré que esperar para verlo. Tengo la sensación de que el equipo tiene bastante que aprender y mejorar.» Al final del partido, ambos entrenadores han tenido un desencuentro nada amistoso, que ha llegado incluso a las manos.
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